Monarquía Invisible: Lashón Hará: Mala lengua (compilación)...
- Está prohibido hablar negativamente de otra persona, incluso si es verdad
- Está prohibido repetir algo sobre otra persona, incluso si no es negativo
- Está prohibido escuchar lashón hará
- Está prohibido creer en el lashón hará
- Está prohibido hacer mociones despectivas hacia otra persona
El Poder de
la Lengua
El Midrash dice
Cómo Combatir el Deseo de Hablar Lashón Hará
La gente se enfrenta
a diario con innumerables ocasiones que dan lugar a hablar lashón hará. De
todas las extremidades y órganos, la lengua es el órgano que
se mueve con menos dificultad y mayor rapidez. Por consiguiente, lashón
hará es uno de los pecados que se comete con más frecuencia.
Asimismo, los efectos
de la palabra hablada no son tangibles, como son los del pecado consumado con
acciones, y por eso tendemos a tratar a esta clase de agravios de forma menos
dura que otras prohibiciones de la Torá. El castigo de tzaraat ya
no tiene efecto, y su amenaza no nos detiene de hablar mal como lo hacía en la
época del Beit Hamikdash. ¿Cómo podríamos fortalecernos contra
la tentación de hablar lashón hará?
El Midrash
ofrece varios pensamientos que sirven como consejos valiosos.
1. Nuestros Sabios
nos enseñan que cada palabra que deja nuestra boca se graba en el Cielo. Algún
día todas esas palabras nos las van a hacer escuchar. Entonces, trataremos de
excusarnos con frases tales como "Yo no era conciente de la gravedad de la
transgresión;
no pequé intencionalmente". No obstante, se nos responderá,
"¡Demasiado tarde ahora! Era tu deber darte cuenta de que tanto las cosas
buenas como las malas que decías quedaban registradas, así las dijeras de forma
intencional o no.
La gente debe darse
cuenta de que una vez que uno pronuncia una palabra, ésta no se evapora en el
aire sin dejar rastro, y por lo tanto debe ser tomada con seriedad. Cada
palabra que uno pronuncia graba una marca que queda eternamente y que no se
puede borrar.
2. La gente debe
considerar la posición especial que el Todopoderoso le asignó a la lengua.
Hashem reprende a la
lengua, "¡Oh, lengua malvada! ¡¿Por qué has que te mueves constantemente a
pesar de que te coloqué en una posición diferente a la de todos los otros
miembros y órganos del cuerpo humano?! Coloqué a las otras extremidades en una
posición vertical o inclinada, mientras que tu yaces en la boca con posición
horizontal para que descanses (esto es para indicar que la posición natural de
la lengua es la de descanso; y que esta no debería estar en movimiento
permanentemente)."
"Además,"
le dijo el Todopoderoso a la lengua, "Te encerré. Te cerqué con dos tapias
(para advertirle a su dueño que no deje que te pierdas), un cerco interno
formado por dientes, y una barrera externa formada por carne, los
labios que te encierran. ¿Cuántas otras barreras acaso son necesarias
para impedir que hables mal?
Hashem le encomendó a
cada órgano una tarea especial y cada uno de ellos nos deberían alentar para
que los empleemos sólo para .os usos benéficos que el Creador desea. La lengua
fue otorgada para que pronuncie las palabras de la Torá, tefilá, y
para que beneficie al prójimo.
Rabí Shimon bar Iojai declaró, "Si hubiera estado presente en matan Torá
(entrega de la Torá), le hubiera pedido al Todopoderoso que le diera a
todos ¡os seres humanos una segunda boca que sirva para el sólo fin de aprender
Torá (debido a que no es apropiado que ¡a boca que se dedica a la ocupación
superior de pronunciar palabras de la Torá se utilice al mismo tiempo para
comer y discutir sobre asuntos financieros)."
Sin embargo, lo volvió a pensar y cambió de idea.
"Eso no estaría bien", decidió. "La gente tiene sólo una boca y habla
demasiada lashón hará - ¿qué ocurriría si tuviera dos?"
¿Por qué es que el dedo humano encaja tan bien dentro del hoyo de la
oreja? Se lo creó de esta manera de modo que si alguien escucha palabras que no
debería escuchar, como chismes o palabras vanidosas, éste puede introducir su
dedo en la oreja y rehusarse a escuchar.
¿Y por qué es que Hashem creó el lóbulo de la oreja blando a pesar de
que hizo el resto del tejido que la rodea duro? El lóbulo está hecho de un
tejido dúctil para proteger a aquél que esté expuesto a oír un discurso
difamatorio. En ese caso, él podrá doblar el lóbulo de las orejas hacia arriba
para cubrir su tímpano, y de esta manera evitar escuchar lashón
hará.
3. Para fortificarnos
contra el discurso difamatorio, debemos tener conocimiento de las tragedias más
terribles que éste ocasionó a lo largo de las generaciones:
□ La serpiente en
el Gan Edén difamó al Creador al decirle a Java, "¡El te
prohíbe que comas del Árbol de la Sabiduría debido a que teme que tú te le
parezcas y que también crees mundos!"
Estas palabras le
causaron la muerte a toda la humanidad. El Creador marcó a la víbora con dos señales
físicas por su discurso difamatorio. Cubrió su cuerpo con manchas blancas que
se asemejan a tzaraat, y le partió su lengua, y exclamó "¡Rashá.
(Malvada), al ver tu lengua partida los seres humanos van a recorda
que tú has sido la primera en hablar lashón hará!"
□ Todos los problemas
que le sobrevinieron a Iosef fueron como consecuencia por haber hablado lashón
hará acerca de sus hermanos.
□ En el desierto,
nuestros antepasados probaron al Todopoderoso con Diez Pruebas e hicieron un
Becerro de Oro. Sin embargo, en el desierto El no los condenó a muerte por
causa del Pecado mencionado. Y de las Diez Pruebas, la que determinó sus
destinos fue la que contenía lashón hará, en especial el
incidente de los espías que dieron un informe falso acerca de Eretz Israel.
□ Si no hubiera sido
por la aceptación de David de lashón hará, su reino no se
hubiera dividido y las Diez Tribus no hubieran sido exiliadas de su Tierra.
Este incidente se
relata en el tanaj de la siguiente manera:
Cuando se estableció el reino de David, él averiguó si había algún
sobreviviente de la casa del Rey Shaul. Quería ser generoso con ellos en honor
al hijo de Shaul, Ionatán, quien era un íntimo amigo de David, y había
fallecido en el campo de batalla.
Se citó a un servidor de la casa de Shaul que se llamaba Tziuá, quien
informó que Ionatán había dejado un hijo lisiado Mefíboshet. David hizo que
traigan a Mefiboshet a Ierushalaim y le prometió que le devolvería el
patrimonio de su abuelo Shaul También invitó a Mefiboshet a cenar a diario en
la mesa real.
Asimismo, David le ordenó al servidor Tzivá que trabaje los bienes de
Mefiboshet de forma tal que éste pueda obtener ganancias de los mismos. Tzivá,
que no era una persona de bien, expresó su consentimiento; sin embargo, en su
interior tenía otros planes: liberarse de la servidumbre y adquirir dicho
patrimonio para sí.
Encontró la oportunidad de llevar a cabo su plan malvado cuando
Avshalom, hijo de David, hizo una rebelión y se proclamó rey a
si mismo. David y sus seguidores, temían una guerra civil, y
optaron por dejar Ierushalaim. Tzivá, al enterarse de que David y su campamento
eran fugitivos en el desierto, ensilló dos burros, los cargó con docientos
panecillos, cien puñados de pasas de uvas, cientos de higos secos, y una
botella de vino y se dirigió hacia el lugar en donde se
encontraba David y le ofreció la comida como regalo.
David le preguntó, "¿dónde se encuentra tu señor?"
Esta es la pregunta que Tzivá esperaba. Difamó a Mefiboshet al replicar,
"Se quedó en Ierushalaim porque el dijo '¡ahora se me devolverá el reino
de mi padre!'" David creyó en su difamación y le
prometió "¡Todo ¡o que pertenece a Mefiboshet, será tuyo!"
Finalmente, con la ayuda de Hashem, la rebelión de Avshalom se frustró y
terminó con la muerte de Avshalom. David regresó a Ierushalaim acompañado de
una gran procesión. Se lo volvió a investir con sus facultades y se lo
reinstituyó como el verdadero rey, y todos aquellos que se le opusieron,
vinieron a suplicar su perdón. Cuando David regresaba, Mefiboshet salió al
encuentro y exhibía señales de luto evidentes; no se había lavado los pies, ni
recortado la barba, no lavado sus ropas desde que David se fue.
"¿Por qué es que no abandonaste Ierushalaim para unirte a mi
campamento, Mefiboshet?" el rey le preguntó.
"Mi señor, debe entender que mi servidor me ha engañado", le
explicó Mefiboshet. "¡Dejó la ciudad en un burro sin que yo lo supiera. Yo
no lo pude seguir a pie debido a que soy inválido. El ha mentido. Sin embargo,
yo sé que el rey es como un ángel de D-s, perfectamente candente de la verdad y
de la mentira. Seguramente, él sabrá juzgar este asunto de la mejor
manera!"
A pesar de que obviamente Mefiboshet dijo la verdad, lo cual se notaba
en su aspecto descuidado y abandonado, y de que Tzivá había difamado a su
señor, David no logró liberarse en su 'totalidad de la impresión negativa que
le había causado la lashón hará de Tziva. David le atribuyó la mitad de la
verdad al informe de Tzivá y la mitad al de Mefiboshet, y le explicó a Mefiboshet
que resolvió la disputa de la siguiente manera, "¡Tú y Tzivá dividirán los
bienes!"
"¡Deje que los tenga todos", respondió Mefiboshet, "lo
importante es que mi señor, el rey, haya regresado en paz a su casa!"
Cuando David pronunció las palabras, "Tú y Tzivá dividirán los
bienes", una Voz Celestial proclamó, "¡Tu reino se dividirá entre
Rejavam y Iarovam!"
De esta manera, la aceptación de David de lashón
hará provocó la división del reino judío. Además, lo llevó al exilio de
la siguiente manera: Después de la división del reino entre el hijo de David,
Rejavam y su rival, Iarovam, quien gobernó en el reinado las Diez Tribus,
Ieravam temió que sus súbditos, luego de visitar lerushalaim, acepten la
autoridad del otro rey. Entonces, dispuso que dos terneros se debían adorar en
su territorio para evitar que los hombres visiten lerushalaim. Las Diez Tribus
fueron desterradas por rendir culto a estos terneros. Si no fuere porque David
aceptó el lashón hará, que causó la separación de', reino, la
rendición de culto a los terneros tampoco hubiere existido. Por lo tanto, el
pecado llevó al exilio.
David fue castigado
en el Cielo mida- knegued- mida. Creó una discusión entre dos
personas al aceptar palabras difamatorias. Por consiguiente, Hashem provocó una
desunión en su reino.
□ Durante la
existencia del segundo Beit Hamikdash, los judíos se odiaban
los unos a los otros sin causa alguna. Este odio los condujo a hablar lashón
hará sobre su prójimo. El castigo severo de la destrucción
del Templo y del exilio fueron causados por el pecado de lashón hará.
El poder de la lengua
se demuestra de forma muy clara en la siguiente historia:
Una vez, un rey persa se enfermó lo cual trajo como consecuencia la
pérdida de peso del rey y su debilitamiento.
"Sólo hay una cura que le podemos recomendar para que vuelva a
recuperar su estado de salud", sus médicos le informaron, "Usted
deberá beber la leche de una leona. Si usted puede obtener y consumir esa
leche, le aseguramos que su condición mejorará de inmediato."
El rey estaba completamente desorientado con la idea de obtener leche de
una leona y decidió enviar dos mensajeros y dinero al rey Shlomó,
que se encontraba en lerushalaim y era mundialmente conocido por su sabiduría,
para implorarle que ideara un plan para conseguir la leche. Shlomó le encomendó
dicha tarea a su asesor Benaiau ben Ieoiadá.
"Quiero que me den diez cabras", ordenó Benaiau. Luego, le
pidió a uno de los servidores de Shlomó que buscara en el bosque una guarida de
leones. El servidor se internó en el bosque y buscó arduamente hasta que
descubrió una guarida en la cual una leona estaba alimentando a sus cachorros.
Benaiau ordenó que el servidor le mostrara el camino y que trajera junto con él
una cabra. Benaiau se quedó parado a una distancia prudente de la guarida y
envió la cabra hacia ésta. La leona la devoró de inmediato. Al día siguiente,
Benaiau, se animó a acercarse unos pasos más y le arrojó a la leona otra cabra.
Repitió este procedimiento a diario, y cada día se acercó más hasta que su
presencia se convirtió en familiar para la leona. Con el tiempo, le permitió
acercarse sin lastimarlo. Ella ya no sospechó de la presencia de Benaiau y hasta
permitió que la ordeñara.
Tan pronto como Shlomó recibió la leche, la envió con sus servidores al
rey persa.
Mientras el mensajero marchaba por la carretera, sus extremidades
comenzaron a discutir la una con la otra acerca de cuál de ellas en verdad
merecía llevarse los laureles por el logro de haber ordeñado a la leona.
"Somos maravillosos", se vanagloriaban los pies, "Somos
superiores al resto de las extremidades porque si no hubiéramos caminado hasta
la guarida, no hubiera sido posible obtener la leche".
"No es
cierto", objetaron las manos. "Nosotras fuimos imprescindibles para
realizar la tarea. Si no hubiéramos ordeñado a la leona, ahora no tendríamos la
leche."
"¿Y qué hay de nosotros?" exclamaron los ojos. "¿Acaso no
descubrimos el camino hacia la guarida? Sin nosotros, el plan jamás hubiera
resultado.
"Me ignoran," se quejó el corazón. "¡Yo fui el que pensó
en esta idea brillante en primer lugar"
Los murmullos fueron interrumpidos por completo por el sonido exaltado
de la lengua, "Ustedes no valen nada - si no fuera por mí, ¿ustedes dónde
estarían?"
En este momento, todas las extremidades protestaron, "¿Cómo te
atreves a compararte con nosotras? Tu no tienes huesos, como nosotros, ¡tu solo
eres un bulto suave guardado en una cavidad oscura!"
Ofendida, la lengua respondió, "¡Sólo esperen y verán que soy el
amo de todas ustedes!"
El mensajero llegó a la corte del rey persa y se dirigió de inmediato al
trono. Le entregó la leche e intentó transmitirle un mensaje del rey Shlomó,
sin embargo, las palabras que salieron de su boca fueron, "¡Su Majestad,
yo, en este acto le entrego la leche de perro que usted me pidió!"
El rey pensó que estaba siendo ridiculizado y, en un ataque de furia,
dio órdenes para que se colgara al mensajero de inmediato. El pobre hombre fue
llevado a la horca de inmediato, y todas las extremidades estaban
aterrorizadas.
"¿Se dan cuenta ahora que ustedes, comparadas conmigo, no valen
nada?" declaró la lengua en un tono triunfante.
"Lo confesamos", exclamaron los otros órganos al unísono.
"¡De ti depende la vida o la muerte!"
La lengua se quedó satisfecha. "Tengo un mensaje muy importante
para relatar al rey", declaró. "Por favor llévenme a él sólo por un
instante." Los soldados lo escucharon y lo llevaron hacia donde se
encontraba el rey.
"¿Por qué van a ejecutarme?" preguntó el mensajero.
"¡Me has traído leche de perro!" replicó el rey furioso.
"Le aseguro", dijo el mensajero, "que esta leche lo
curará. Mis palabras han sido sólo un error ya que en nuestro idioma se utiliza
la misma palabra para perro y para león."
El rey le creyó. Bebió la leche y se recuperó. Luego, perdonó al
mensajero.
La historia arriba
mencionada nos demuestra la veracidad de las palabras de Shlomó (Mishlé
18:21), la vida y la muerte están en manos de la lengua".
También es menester
destacar que la lengua es una de las armas más potentes, es aún más poderosa
que un cuchillo o que una espada. La espada sólo puede matar al que esté cerca,
mientras que lashón hará, hablado por una persona en un
continente, puede golpear el corazón de una persona que esté en uno diferente,
de la misma forma que lo hace un misil poderoso. Además, lashón hará mata
a tres personas: al que habla, al que escucha, y a la persona de la cual se
habla. En comparación, una espada es mucho menos poderosa, ya que sólo mata una
persona a la vez.
4. Para estar a salvo
de lashón hará, le debemos rezar a Hashem todos los días para
que nos asista, y debemos decir, ¡Mi Señor, guarde mi lengua del
mal!"
Mar, hijo de Rabí
Huná, pronunció esta frase al final de sus rezos, y luego se la incorporó a
nuestra tefilá al final de Shemoné Esré.
5. Existen dos
hábitos que, si una persona los adopta, entonces le ayudará a estar menos
propenso a hablar y a escuchar lashón hará:
Si es capaz de
estudiar la Torá, debería hacerlo.
El estudio de la Torá
es una prevención de lashón hará desde dos puntos de vista. En
primer lugar, la gente que habla lashón hará es aquella que no
tiene nada que hacer y que buscan algún tema que los divierta y los saque de su
apatía y aburrimiento que experimentan a diario. Disfrutan de cualquier noticia
sensacionalista, así sea a costa de algún tercero. Aquél que ocupa su tiempo
con el estudio de la Torá, descubrirá que su mente se encuentra absorbida en la
tarea constante y emocionante de dicha experiencia. No sólo comerá para poder
pensar, sino que también deseará comunicarles a los demás todos sus
aprendizajes de la Torá. Por consiguiente, su conversación versará sobre temas
concernientes a la Torá, y no tendrá necesidad de hablar de otras personas.
La segunda razón por
la cual nuestros Sabios nos aconsejan el estudio de la Torá para evitar lashón
hará es porque la Torá es un antídoto para el ietzer hará. El
sólo hecho de "trabajar con la Torá" posee el poder intrínseco de
purificar y limpiar la mente de una persona, y de esta manera hacer que sea
menos vulnerable a la Tentación de pecar.
Claro que esta regla,
como todas las reglas, tiene excepciones, y por desgracia, es correcto afirmar
que hay personas que estudian Torá y que sin embargo hablan lashón
hará.
Nuestros Sabios nos
explican que las palabras de la Torá que emanan de labios impuros no son
aceptadas por el Cielo. El mérito del estudio de la Torá de aquél que difama
será acreditado a la víctima de la difamación en vez de al estudioso.
Nuestros Sabios
también nos proveen una guía que se refiere a la forma de reducir la tendencia
a hablar lashón hará de una persona sin instrucción - se le
aconseja que sea humilde.
La satisfacción que
se obtiene al difamar a otro, analizada psicológicamente, es el sentimiento de
superioridad que se adquiere de esta manera. El que degrada a otro tiene la
gratificación de ser en su mente, un "buen camarada", de ser mejor
que el otro. En su corazón, se felicita por no ser pasible de las ofensas o
insultos de las cuales es el otro. No obstante, si se mira a sí mismo
objetivamente, debe admitir que él también tiene defectos y que está lejos de
ser perfecto. Por lo tanto, debería adoptar una postura benigna e indulgente
hacia su prójimo, y pasar por alto sus errores. Deberá abstenerse de
anunciarlos a terceros, de la misma forma en que le gustaría que los otros
ignoraran los suyos. Además, si tuviera algo de humildad, buscará la manera de
justificar el comportamiento del otro y de juzgarlo favorablemente. Por
consiguiente, para evitar lashón hará, la modestia personal es
un pre requisito.
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Fuente:
https://es.chabad.org/library/article_cdo/aid/1122340/jewish/Metzora.htm
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